Enfoque
Esta comunicación aborda el caso de la marca comercial Barbie en el contexto de la cuarta ola feminista (2013-) para estudiar el reposicionamiento ideológico de la firma hacia valores feministas. Para ello, este trabajo realiza un análisis histórico que permite situar la marca y sus productos a través de su publicidad –publicada tanto en formatos tradicionales como en medios y soportes digitales-, a fin de determinar el enfoque que esta firma ha asumido en torno a los estereotipos de género de las mujeres y niñas en diferentes épocas. Reconocida como la muñeca infantil más famosa de la historia, Barbie nace en 1959 gracias a Ruth Handler, y desde entonces las campañas publicitarias de la firma han representado a las muñecas como mujeres adultas con deseos como el matrimonio, la belleza o la delgadez extrema. Considerando el potencial que la publicidad y los juguetes tienen a la hora de construir el imaginario colectivo, tanto en la infancia como en la adultez, esta investigación revisa las acciones comunicativas de la marca en torno a la representación de las mujeres y las niñas, identificando los estereotipos de género que aparecen en sus mensajes comerciales y productos. Si bien es cierto que en sus primeros años esta firma ha representado visiones más conservadoras, se identifica que en la última década la marca Barbie ha hecho un esfuerzo evidente por reposicionar sus valores de marca en torno al empoderamiento femenino, el liderazgo y la emancipación de las mujeres, la formación educativa de las niñas y la aceptación de la diversidad como pilares esenciales en su comunicación comercial y social corporativa. De este modo, este trabajo también persigue analizar la estrategia de la marca a la hora de construir su identidad en un contexto donde los productos dirigidos a mujeres y niñas empiezan a mostrar en su comunicación valores vinculados a los ideologemas del feminismo. Así, se discute cómo y hasta qué punto una marca que ha representado valores conservadores y antifeministas a lo largo de su historia puede reivindicarse hoy como una marca que defiende activamente los derechos de las mujeres y las niñas, enmarcando estas acciones dentro del concepto de femvertising (la publicidad dirigida a mujeres y niñas que muestra temas de agenda y posicionamientos feministas) y de la apropiación ideológica orientada a la venta de productos y servicios en un escenario de consumo de masas y capitalista.
Yolanda Montejano Hernández
Comentó el 26/07/2024 a las 12:12:58
Estimadas ponentes,
Muchas gracias por este concepto femvertinsing, Y por la el desarrollo de suponencia que se convierte en todo un módulo para la clase de marketing. Saludos desde México
Ainoa Begoña Sáenz de Zaitegui Tejero
Comentó el 25/07/2024 a las 14:50:39
Muchas gracias por vuestra ponencia. Creo que es un gran acierto colocar el concepto de femvertising en el núcleo de vuestro análisis. A riesgo de parecer que intento imitar el ya clásico discurso de America Ferrera en la película, considero que es prácticamente imposible hacer una película titulada "Barbie" y no recibir críticas negativas por una razón y al mismo tiempo su contraria. En este sentido, "Barbie" me parece una narrativa honesta, que en ningún momento se presenta a sí misma como algo que no es, ni pide disculpas por ser lo que es. Como señaláis en vuestra ponencia, la película persigue recordar a las consumidoras cuáles son los valores que originalmente inspiraron la creación de Barbie, y que con el paso del tiempo o bien se olvidaron, o bien fueron sustituidos por una imagen de la muñeca como símbolo de frivolidad y conformidad con el patriarcado. De nuevo, un objeto relacionado con la mujer es rechazado por dos razones opuestas: ser símbolo de emancipación y ser símbolo de sumisión. No hay forma de ganar. Pero si mantenemos en mente el hecho de que "Barbie" cumple un propósito comercial, con un fuerte componente de rebranding, entonces la película funciona, porque responde a las expectativas de lo que promete. Son muchos los productos de ficción que han pasado por este proceso, en especial dentro de las franquicias de superhéroes, con la aparición de personajes protagonistas de mujer en los universos de Marvel y DC, y la reinvención de personajes femeninos secundarios, dentro de una estrategia de alineación con los valores y sensibilidad actuales. Estos proyectos suelen ser recibidos como un indicio de cambio positivo, o al menos de apertura a nuevas posibilidades. Captain Marvel no parece "sospechosa" de ser caballo de Troya de nada. Por el contrario, la Barbie de Greta Gerwig suscita desconfianza. Mi pregunta (o casi un pensamiento en voz alta) es, ¿puede ser esto una cuestión puramente estética? Si el personaje de ficción no es transformado para encajar en un universo masculino (como en el caso de Captain Marvel, o de Wonder Woman no según Patty Jenkins, sino según Snyder), ¿puede esto influir negativamente en la percepción del producto, en el caso de "Barbie" por el rechazo a ciertos signos de feminidad tradicional (ropa, maquillaje, el color rosa) que han acabado por eclipsar el espíritu original de Barbie? Muchas gracias de nuevo!
Bianca Sánchez-Gutiérrez
Comentó el 26/07/2024 a las 09:19:11
¡Hola, Ainhoa!
Muchísimas gracias por tu comentario tan completo. Coincido contigo en todas las observaciones que planteas. Efectivamente, la marca sigue pagando a día de hoy su posicionamiento antiguo, es tremendamente difícil modificar la opinión de las personas consumidoras sobre determinados productos o marcas que están muy connotadas social, política y comercialmente, de ahí que su estrategia se esté dilatando tanto en el tiempo para poder sobrevivir en un escenario social radicalmente distinto al que había cuando la marca se creó. Y completamente de acuerdo contigo también en con Barbie hay un nivel de exigencia mayor que con otras marcas o personajes de ficción que también representan a mujeres jóvenes dentro de ciertos estándares normativos. La pregunta que nos planteas nos resulta de gran interés, al punto de que resultaría interesante profundizar en su respuesta a través de nuevos estudios de recepción (¡tomamos nota! ;-)). Por lo pronto, nos resulta evidente que la parte estética de Barbie y su recorrido histórico como un producto dirigido a niñas y que tiene una connotación negativa (recordemos que, a nivel coloquial, el uso que se da a ser una "barbie" implica ser una mujer demasiado guapa y demasiado simple intelectualmente), la coloca en una posición de crítica fácil y automática. Quizá por ello sea un acierto mayor que la película, que como dices es honesta con su producto y se pone en situaciones complicadas que no todas las marcas estarían dispuestas a asumir, trate de recuperar los valores originales de la muñeca: decirle a las niñas que no hay límites en lo que quieran ser.
De nuevo, mil gracias por tu valoración tan interesante e inspiradora, Ainhoa. ¡Un saludo cordial!
PD. Recuerdo que a la Wonder Woman de Jenkins también le cayeron bastantes críticas porque se proyectaba como una película feminista (de hecho, yo misma he estudiado su campaña promocional como femvertising); algo que no ha ocurrido con la Wonder Woman de Snyder, tal y como apuntas. Quizá hay algo de misoginia con respecto a las creadoras y directoras, a quienes es más fácil cuestionar por el simple hecho de ser mujer y tomar la palabra...
Oliver Salas Herrera
Comentó el 25/07/2024 a las 05:10:15
Hola, muchas gracias por vuestra ponencia.
Es cierto que es muy inclusivo el cambio general de la colección Barbie en las últimas décadas. No obstante, históricamente ha sido muy cuestionada, también por los propios sectores feministas del siglo XX. Por ello, me preguntaba si habéis analizado en vuestro estudio las críticas que ha recibido esta muñeca a lo largo de la historia (siglo XX) para verse obligada a efectuar este reposicionamiento feminista con objetivos comerciales. En tal caso, ¿cuáles son esas críticas? Gracias por todo. ¡Un saludo!
Ana I. Barragán-Romero
Comentó el 26/07/2024 a las 12:44:47
Hola, Oliver. Muchas gracias por tu comentario. Tal y como dices, la marca Barbie ha sido muy criticada a lo largo de estos años por promover trastornos alimentarios y presentar cuerpos imposibles. Todas estas críticas se tratarán en el capítulo que estamos escribiendo (en la ponencia no hemos podido incluirlo todo). Sin embargo, el posicionamiento que la marca viene mostrando desde hace más de diez años coincide con los inicios de Barbie y las ideas originales de Ruth Handler. De nuevo, muchas gracias por escribirnos. Un abrazo.
Oliver Salas Herrera
Comentó el 26/07/2024 a las 21:23:12
Estupendo, gracias. Será interesante leer ese capítulo sobre las críticas históricas. Un saludo.
Maya Zalbidea Paniagua
Comentó el 25/07/2024 a las 01:14:44
La película Barbie apoya un feminismo neoliberal para las clases más pudientes exclusivamente. Aparece un hombre gay y hasta una Barbie trans sirena que es un hombre, y sin embargo no hay ninguna mujer lesbiana o masculina. La única sería la Barbie rara, a la que desprecian, al final le piden perdón pero no deja de ser una marginada. La campaña de marketing que hicieron está claro que fue triunfante, el verano pasado la publicidad de la peli estaba en todas partes pero no considero que sea feminista sino hembrista. Qué mensaje enseña a las niñas al final? Que pueden quedarse embarazadas sin un hombre porque sueñan tener una hija como Barbie? Y si al final tienen un hijo? No será la película más bien otro intento de cosificar a las mujeres y convertirlas en muñecas narcisistas, egocéntricas, superficiales e insensibles? Gracias por vuestra conferencia y aunque muestre un punto de vista crítico distinto os agradezco mucho vuestra contribución. Un abrazo
Bianca Sánchez-Gutiérrez
Comentó el 25/07/2024 a las 13:12:35
Hola, Maya. Muchas gracias por tu comentario.
En todo discurso publicitario comercial, independientemente del formato en que se presente, partimos de la tesis de que se hace una defensa más o menos explícita del capitalismo neoliberal y del consumo de masas. Como indicamos en la ponencia, lo que plantea la marca Barbie, tanto con esta película como con el resto de acciones de comunicación previas, es una estrategia dilatada en el tiempo desde al menos 2015 y que responde exclusivamente a un reposicionamiento de la marca en la mente de las personas consumidoras (habitualmente, mujeres) que han considerado que Barbie es un objeto que vindica el narcisimo, el mito de la belleza y la heterosexualidad y que ya no la estaban consumiendo porque no se identifican con estas ideas. Lo que persigue esta estrategia de marca es realinearse con los "nuevos" valores de las mujeres en la última década y que vuelvan a comprar Barbie.
A partir de ahí, en cuanto al discurso de la película, este muestra conceptos nucleares con los que quieren reconstruir la marca Barbie: su interpretación de la diversidad, el "empoderamiento" y la igualdad sexual. En una de las mesas plenarias hemos presentado una ponencia sobre el discurso de la película y su análisis ideológico, por lo que te animamos a verla para profundizar en esta cuestión. Creemos que no es casual el tono cómico que emplea la película a la hora de plantear determinadas situaciones que, como indicas, a todas luces son absurdas (y "hembristas"); y ahí es donde reside la crítica. Lógicamente no estamos ante una película feminista radical ni antisistema que llama a su abolición, no es Hollywood ni su circuito cultural comercial el sitio para ello, pero sí refleja ciertos temas, como la sororidad, la necesidad de concienciar en la teoría feminista y la crítica al mito del amor romántico, que es positivo vindicar ante el público mainstream (por si cala algo). De nuevo, mil gracias por tu aportación y nos leemos por aquí. ¡Abrazo!
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