Nostalgia digital: El sexismo en la serie de animación española “La Corona Mágica” (1989).

Enfoque

Introducción. Este estudio analiza el sexismo y el discurso feminista presente en la serie de animación española La Corona Mágica (1989), la primera coproducción entre Producciones Filman y TVE, estrenada en TVE entre el 21 de octubre de 1989 y el 14 de abril de 1990. Actualmente, los amantes de la animación y los espectadores y espectadoras más nostálgicos pueden disfrutar en España de esta producción digitalizada gracias al servicio gratuito de la plataforma RTVE Play. Objetivo. El objetivo de este estudio es determinar si la narrativa audiovisual de esta serie promovía o no la consolidación social de estereotipos y prejuicios sexistas. Metodología. Para ello, en base a la metodología cuantitativa, se analizarán los roles de los personajes principales según su sexo, valorando sus diferentes aportaciones a lo largo de los veintiséis episodios. De este modo, el análisis del contenido tiene en cuenta diversos criterios concretos, como son la función dramática que cumplen los personajes en la trama; el papel social que desempeñan en la ficción o los comentarios y diálogos sexistas que llegan a realizar los propios personajes durante el transcurso de la historia. Resultados. La Corona Mágica (1989) es la primera serie ambientada en un contexto interplanetario de la animación española y, como ficción coral, cuenta con multitud de personajes masculinos y femeninos que se enfrentan entre el bando de los protagonistas y el bando de los antagonistas. De todos ellos, inicialmente, destaca la caracterización sexista de dos de los jóvenes protagonistas: el príncipe Zalk, –asociado al color azul–; y la princesa Shaila –vinculada con más insistencia al color rosa–. Sin embargo, este aparente estilismo sexista no define realmente el tono de la serie y tampoco el carácter de sus personajes, especialmente en el caso de la princesa Shaila. Entre sus conversaciones, la princesa defenderá con firmeza su derecho a ser tratada con igualdad y a no ser menospreciada por el hecho de ser mujer –un discurso feminista inusual en la animación de los años ochenta–. No obstante, lejos de representar a ambos personajes como protagonistas de conducta intachable, la ficción también aborda los celos que sienten ambos por la aparición de terceras personas –aunque dedicando más énfasis a los celos irracionales que siente Shaila por Sakyan–. Por su parte, en el bando de los villanos destaca el personaje de Idún, la emperatriz del Planeta Iduanor que aspira a gobernar el universo. Además de su ambición colonizadora, Idún desea ser la más bella, llegando a transformarse gracias a la magia en un personaje hipersexualizado que, al igual que Milady en D’Artacán y los Tres Mosqueperros (1981), hace uso de sus engaños de seducción para alcanzar sus objetivos. Por el contrario, Idún y sus secuaces serán vencidos por los protagonistas, gracias entre otros personajes a Shaila, cuya intervención en el último episodio será clave para salvar el denominado Sistema del Doble Sol. Conclusión. En primer lugar, podemos concluir que el guion original de La Corona Mágica (1989) le permite alejarse de la ambientación historicista y sexista que envuelve a otras series animadas centradas en la adaptación de obras literarias universales. Además, la multitud de personajes masculinos y femeninos y sus diversas conductas permiten tener la sensación de estar frente a un discurso de tendencia igualitaria, donde destacan tanto la rebeldía de la princesa Shaila como la carismática Idún.