Redes sociales como plataformas mediáticas en casos de feminicidio en México, el caso de Debanhi Escobar

Enfoque

En México el feminicidio al igual que otros crímenes parece formar parte de la vida cotidiana, la palabra se confunde con términos relacionados con la violencia que de manera sistemática traspasa distintos niveles de la sociedad y que deben ser registrados, retomados y visibilizados.

La tecnología ha cambiado las dinámicas de la movilización social, y la situación actual es el resultado de una democratización tecnológica que ha creado unas “multitudes conectadas” que quieren tomar la palabra (Mateos Martín & Adevol Abreu, 2013)

Estos fenómenos sociales han permitido que la opinión pública se convierta en un ejercicio que pareciera ser de todos, pero que termina no ejerciéndose por ninguno, aparentemente la participación ciudadana está al alcance de un click, sin embargo, muchos de los temas de la agenda pública parecieran no cobrar el mismo sentido de urgencia que los chismes, la moda o las series televisivas.

De acuerdo con Jiménez y Gomes (Jiménez Palomares & Gomes-Franco e Silva, 2019), cada red social cuenta con sus propios algoritmos matemáticos, que determinan los contenidos que se hacen visibles para cada usuario en su muro. Para ello, se tienen en cuenta criterios que revelan las preferencias de los usuarios, tales como los últimos contenidos visitados, el tiempo de visualización de las publicaciones o el tipo de interacción.

Cabrera (Cabrera Altieri, 2021) hace referencia a estos criterios o jerarquizaciones como un verdadero imaginario social, algo que está en el imaginario de la tecnología moderna, pero que tiene un impacto directo con la actividad cotidiana, con lo que sucede día a día en la vida real.

Sin embargo, existen realidades que prefieren no verse, pasarse de lado evitando el costo que implican en la sociedad, una de ellas es el feminicidio, un problema mundial que pareciera aún no tener un espacio claro en las agendas internacionales

El 9 de abril de 2022, Debanhi Escobar, de 18 años, desapareció en el municipio de Escobedo, Nuevo León, México, su caso se convirtió en una llamada de atención sobre la crisis de violencia de género en el país, a nivel mediático tanto el nombre, como la última imagen que se conoció de la joven desaparecida se convirtieron en factores para captar la atención nacional e internacional, la sensibilidad nacional en un reciente contexto de pandemia fue un catalizador para la difusión del tema, que no solo puso de manifiesto las deficiencias en los protocolos de búsqueda y la actuación de las autoridades, sino que también evidenció la grave situación de los feminicidios en México.

La metodología de análisis para este documento se construye con una mezcla cuantitativa a través de la revisión de publicaciones y uso de canales de YouTube con apoyo de la herramienta Google Colab, mientras se trabaja de manera cualitativa con el análisis semántico apoyado en el sitio de código abierto Voyant tools, con la intención de trazar una ruta y proponer soluciones para acercarse a estos fenómenos y registrar su impacto desde un punto de vista que complementa a los números y les acompaña de palabras, historias, recorridos.

Este tipo de  investigación en contextos digitales aporta perspectivas interesantes en una dinámica que cada día escribe nuevas reglas y los investigadores sociales buscan formas de mantenerse actualizados en estas transformaciones.