Ser mujer en Nigeria: Cuando el horror se comparte en Redes. Análisis Antropológico de las Violencias a través de Telegram

Enfoque

Desde el año 2020 se ha venido haciendo un seguimiento en dos canales de Telegram – ­Instablog9ja y Breaking News Across the Globe­ -sobre todas aquellas noticias relacionadas con violencias cotidianas, especialmente aquellas en donde las víctimas son mujeres o niñas y son acompañadas de imágenes o vídeos de las víctimas. El artículo recoge también parte de la experiencia de un trabajo de campo llevado a cabo en el Estado Federal de Enugu (Nigeria)  entre los años 2017 y 2020 relacionado con el estudio de la sociedad igbo y el pensamiento mágico.

El hecho de que en un país superpoblado como Nigeria en el que la población pasa mayoritariamente el día en las calles de las grandes urbes o en el exterior de las aldeas y en el que más de un 76% cuenta con un dispositivo móvil con suscripción fija o intermitente a Internet, ha propiciado la grabación de situaciones altamente violentas en contra de las mujeres y niñas. Algunas veces grabadas con intencionalidad por el vecindario para atestiguar el delito o por el propio victimario (sobre el victimario existen varias categorías analíticas explicando los porqués de dejar la prueba en vídeo) y, otras muchas por una cuestión de oportunidad del sujeto anónimo al estar en el momento del hecho como testigo.

En estos últimos cuatro años se ha visto incrementada la violencia en la población nigeriana al confrontar una gran crisis económica y social que comenzó agudizarse en época de pandemia, pero que también se ha visto afectada por un cambio de gobierno de M. Buhari a B.Tinubu, el actual conflicto entre Ucrania y Rusia y una inflación que ha desembocado en la subida de más de un 40% el precio de los alimentos básicos, por  lo que las bandas armadas, los asaltos, raptos  y crímenes relacionados con sacrificios rituales mágicos se han visto incrementados.

En este artículo se analizarán las distintas violencias ejercidas contra las niñas y mujeres y la exposición desgarrada en Redes Sociales de los hechos delictivos y/o crímenes, lo que en sí mismo es una violencia tanto para las víctimas que han sobrevivido a las distintas agresiones, como para la propia dignidad de los cadáveres. Interesan, por tanto los hechos, pero el análisis se centra en la forma de divulgarse estas violencias en Internet, ya que esto en sí mismo se ha convertido en una moda especialmente en los últimos cinco años, propio de una pornografía de la violencia desde nuestros propios parámetros culturales, al igual que interesan y se analizan los comentarios de las personas suscritas a estos canales de noticias (medio millón en el caso de Instablog9ja) y de cómo se  normaliza el horror.

Violencia psicológica, agresiones verbales, pero también violencia física, sexual, son situaciones expuestas sin pudor, como lo son también operaciones estéticas fallidas, personajes famosos de la sociedad agonizando en hospitales y cuerpos desmembrados por ocultistas. En otras ocasiones se expone a la víctima, pero los vídeos se enfocan en el castigo de la masa a los victimarios a través de la denominada justicia de la selva, creando un paroxismo de horror y brutalidad a pie de calle y de la que los menores también son testigos.

Este tipo de contenidos compartidos en redes da fe de una realidad que existe, pero que no representa a la totalidad de una sociedad, generando una visión deformada de un pueblo oprimido por la corrupción, pero que lucha día a día por ganar en Derechos.